Estudiantes de bachillerato del Liceo DAU de Valdense y de la Escuela de Lechería participan en proyecto en conjunto para la Feria de Clubes de Ciencia 

Estudiantes de bachillerato del Liceo DAU de Valdense y de la Escuela de Lechería participan en proyecto en conjunto para la Feria de Clubes de Ciencia 

28/08/2023 28/08/2023

La Feria Nacional de Clubes de Ciencias se realizará el 7 de septiembre en Rosario. Allí, los estudiantes presentarán un proyecto que tiene el objetivo de generar un mecanismo de alerta, para que los productores rurales detecten fallas en los tanques de frío de leche y puedan prevenir la pérdida de la producción.

Yamila Silva Carro

“Surge a iniciativa mía”, dice a La Voz de la Arena Mónica Mendizábal, docente de Física. El año pasado le había propuesto a sus estudiantes de la Escuela de Lechería que pensaran proyectos que vinculan la parte agraria con las temáticas que estaban trabajando en la asignatura para “ver qué salía”.

Mendizabal cuenta que dentro de esos proyectos apareció una necesidad de un grupo de estudiantes, que previamente habían hecho entrevistas a productores rurales, y en el relevamiento de información detectaron que el tanque de frío donde se almacena la leche muchas veces genera problemas porque el motor se puede romper, o la luz se corta y el productor no llega a tiempo a salvar la producción de ese día.

La docente explica que la temperatura de los tanques de frío debe estar entre 4°C y 7°C, hasta que un camión la levante para llevarla a la planta de procesamiento. Por lo tanto, los productores que remiten a distintas plantas, necesitan contar con la seguridad de que la leche va a tener esa temperatura; si el motor falla o pasa algo, esa leche “no está en condiciones” de ser trasladada y muchas veces es producto de desecho, dice.

“Hay veces que se les da a los terneros”, apunta Mendizábal, y también “se puede trasladar para que otro productor que tenga chanchos críe”, pero afirma que muchas veces es una pérdida económica.

Los productores no tienen un sistema que advierta cuando el tanque de frío está funcionando mal y así puedan prevenirlo y actuar a tiempo para no tener pérdidas. Basándose en esto, los estudiantes del Bachillerato Agrario de la Escuela Superior de Lechería pensaron que sería interesante tener una aplicación de celular que cumpla esta función de aviso para el productor. 

Dado que los estudiantes de la Escuela de Lechería no tienen una formación en informática, Mendizabal dice que el proyecto quedó “encerrado como una iniciativa buena” pero que lo tuvieron que dejar en pausa.

Las casualidades que marcan

Además de dar clases en la Escuela de Lechería, Mendizábal también es docente de Física en el Liceo Daniel Armand Ugon (DAU) de Colonia Valdense. Este año están trabajando en robótica, específicamente con un microcontrolador que hay en el liceo que se llama Arduino. En palabras simples, este funciona como interfaz entre una computadora y otro dispositivo, y ejecuta una determinada tarea que traduce esta tarea en el mundo físico a una acción.

Los estudiantes querían continuar con un proyecto del año anterior que estaban trabajando con otro docente. Es ahí cuando a la profesora de Física se le ocurrió vincular a estos estudiantes del liceo con intenciones de trabajar en un proyecto relacionado a la robótica, y a los estudiantes de la Escuela de Lechería que tenían el proyecto de crear un sistema que avise a los productores rurales de las fallas en los tanques de frío.

“Desde el año pasado me parecía una muy buena idea que hayan hecho una investigación respecto a ver si había en la zona y en Uruguay, alguna cosa que detectara estas fallas”, dice Mendizábal. “En las consultas que hemos hecho no hay nada”. Señala que lo único y más parecido que encontraron fue sobre un productor en San José que el año pasado perdió toda la producción lechera, y lo que hizo fue instalar en el tambo una luz que le avisa cuando el sensor de temperatura se rompe.

Ambas instituciones aprobaron esta iniciativa por lo que empezaron a trabajar tres estudiantes del liceo de 3° de bachillerato Físico Matemático y 3° de Economía, y dos alumnas del 3° de bachillerato Agrario de la Escuela de Lechería.

Según cuenta la docente, las estudiantes de la Escuela de Lechería aportan el conocimiento que tienen sobre la parte láctea, cuentan con el apoyo de los profesores de la Tecnicatura en Manejo de Sistemas de Producción Lechera de UTU, que se dicta en la Escuela de Lechería. Hacen todas las pruebas químicas para ver cómo son las distintas temperaturas, entender el enfriado de los tanques de frío y también trabajan en muestras en la tierra para saber cómo afecta a la tierra cuando un productor tira leche a esta.

Por otro lado, los estudiantes del liceo están trabajando con el Arduino para programar un sistema con sondas de temperatura que puedan ser instaladas en el tanque de frío, y de este modo, pueda avisarle al productor cuando la temperatura no es la adecuada para ser trasladada, mediante una llamada telefónica.

“Se hizo un relevamiento a través de la plataforma CREA con los productores, y aparecían varios inconvenientes respecto a la forma de comunicación”, señaló Mendizábal. Uno de estos inconvenientes es que “hay gente que no tiene internet”, por lo que la aplicación de celular que pensaron los estudiantes de la Escuela de Lechería, era una “muy buena posibilidad” pero había que “contextualizar la situación”, por lo que les pareció más adecuado utilizar una llamada telefónica, dado que todos los productores consultados contaban con un celular que les permite llamar y enviar mensajes. “Están en pruebas ahora para ver que funcione”.

Los estudiantes del liceo están trabajando con una persona que tiene conocimientos de Arduino. Han tenido que pedir ayuda a gente que trabaja con esta tecnología, ya que si bien la docente tenía “algo de formación” sobre este sistema, no le “daba para todo”. “Uno cuando está llevando adelante el proyecto tiene que estar atacando varios flancos”, indicó. Es por eso que convocó a Ariel Mancebo, docente que también trabaja en ambas instituciones, ya que se dio cuenta que era “imposible” que pudiera trabajar ella sola al unísono con las dos instituciones. 

“Hay que trasladar a los alumnos, llevarlos a entrevistar a los productores”, dice Mendizábal, y agrega que están trabajando a la par con Mancebo. Este proyecto se está haciendo “a pulmón”, sostuvo la docente. “Tanto Ariel (Mancebo) como yo trasladamos a los alumnos, sale de nosotros todas las cosas que hacemos”. Si bien las instituciones colaboran los profesonres tienen que tener disponibilidad de tiempo y dinero para poder llevar a cabo este proyecto que es extracurricular.

Cuenta que la semana que viene van a probar el sistema en un tanque que hay en la escuela. “Toda la gente está colaborando, incluso quienes trabajan allí de manera estable”. “Vamos a tratar de sacarlo adelante para la Feria de los Clubes de Ciencias del 7 de septiembre que se hace en Rosario”, adelantó Mendizábal. 

Para esta feria, los distintos Clubes de Ciencia idean y desarrollan un proyecto de investigación científica, tecnológica o social para presentar en las diferentes instancias. En este caso se presentan en una instancia anual que reúne a los Clubes de Ciencia de todo el país que obtienen una Mención Especial en la Feria Departamental que les corresponde.

Los trabajos son evaluados en base al informe escrito de investigación, la carpeta de campo, el stand que armen y la presentación oral. Los ganadores tienen la posibilidad de participar en ferias científicas a nivel internacional. “El día que expongan lo hace un estudiante de la Escuela de Lechería y otro estudiante del liceo”, explicó Mendizábal y agregó que “están trabajando como si fuera un único grupo salidos de una sola institución”.

Un futuro posible 

Ante la consulta de la posible aplicación real del proyecto, Mendizábal cree que “sería muy bueno” para el productor rural este sistema que están creando, y que “lo ayudaría muchísimo”. “Los productores que hemos entrevistado vieron como muy favorable esta posibilidad”, dijo la docente.

Sin embargo, valoró que un proyecto de estas características tiene “estadíos distintos”. “Cuando entrás en este tipo de cosas aparecen temas como los derechos de autor y tener que patentar”, explicó. Desde el punto de vista del negocio, para usar este sistema en masa “hay cuestiones burocráticas que muchas veces desestimulan a la gente a seguir trabajando”, lamentó Mendizábal.

Por otro lado, en cuanto a las ventajas que tiene para los estudiantes trabajar en un proyecto en colaboración entre dos sub sistemas educativos distintos, Mendizábal cree que les da un “desenvolvimiento a nivel general, y un mayor atreverse a, que muchas veces cuando quedamos en el ámbito del aula eso no se da tanto”.

Con este proyecto, los estudiantes van “probándose cada vez más”. Desde el punto de vista de los docentes están viendo “hasta dónde puede llegar” el estudiante, y “cuántas cosas puede hacer si va por los caminos correctos, o si no deja que las dificultades los tranquen”.

“Esto les da herramientas que hay veces que parece que no las tienen, pero después se dan cuenta que las habían adquirido”, y dice que estas herramientas pueden permitirles en un futuro “desenvolverse mucho mejor dentro de un espacio a nivel terciario, que ya requiere otras cosas, niveles, estrategias y aprendizajes”.

La docente valoró el hecho de que los estudiantes están en tres orientaciones distintas: Físico Matemático, Economía y las alumnas del Bachillerato Agrario, y las primeras veces que los estudiantes fueron a la Escuela de Lechería, “se encontraron con un mundo que ellos no conocían, y aprendieron muchísimas cosas de lo que es la producción lechera que no sabían”, y a su vez, las alumnas de la Escuela de Lechería, “aprendieron un poquito de cómo se trabaja en la parte de programación, de cómo se iban a organizar para hacer el programa y trabajar con el Arduino. Eso enriqueció muchísimo”, concluyó.