
Colonia y Nueva Palmira: 100 años de las primeras zonas francas del país
20/06/2023Aquel 20 de junio de 1923, hace exactamente un siglo, se aprobaba la Ley No. 7.593 por la que se creaban las primeras Zonas Francas de nuestro país. Esa ley establecía puertos y zona franca en Nueva Palmira y en Colonia.
Jorge Frogoni Laclau
Los antecedentes de un proyecto de Zona Franca se remontan a la mitad del siglo XIX, y surgen justamente en el departamento de Colonia.
El Jefe Político de Colonia, don Plácido Laguna (hijo del Gral. de la Independencia, Julián Laguna) presentó al gobierno de Pereira en 1856, un proyecto sobre el establecimiento de una zona de libre comercio para llevar a la Colonia el comercio de tránsito con las provincias argentinas y el Paraguay. Pero las dificultades financieras del momento obligaron a dejar de lado esa persistente aspiración.
Se creyó luego posible la construcción de un puerto en la Colonia, y respondiendo al estímulo oficial presentó don Agustín Castro, en representación de un grupo de capitalistas, una propuesta sobre la base de la adjudicación de la cuarta parte de las rentas departamentales durante diez años. Esa propuesta fue aceptada por la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados en 1857, pero la crisis política que sobrevino dejó otra vez el expediente paralizado.
En 1880 el Sr. Francisco J. Bravo (quien fue secretario de Fructuoso Rivera durante la Guerra Grande) se presentó al Poder Ejecutivo solicitando autorización para establecer en Nueva Palmira un puerto de tránsito sobre el Río Uruguay, para todos los artículos comerciales y materiales principalmente de Paraguay y Bolivia que buscaba salida al mar.
El Gobierno de la República vio con interés el proyecto de Bravo, y trató de habilitar los mercados del Plata para recibir las producciones del Paraguay y de Bolivia estableciendo en el puerto de Nueva Palmira el Depósito General. Pero por diferentes razones, como las anteriores el proyecto no prosperó.
En marzo de 1908 el Dr. Manuel B. Otero presentó en la Cámara de Representantes un proyecto de “Zona libre de régimen aduanero”, que desembocó el 16 de junio en un proyecto de Zona Franca para el puerto de Montevideo, Nueva Palmira y en Santa Rosa del Cuareim (Artigas). La iniciativa pasó a la cámara de Senadores, donde durmió en su carpeta. A raíz de eso se creó en “Nueva Palmira una Comisión Popular Pro Zona Franca”.
Esta comisión continuó su lucha hasta que en 1922, en unión con una similar de la ciudad de Colonia, lograron presentar un proyecto de Ley que el Consejo Nacional de Administración presidido por el Dr. Juan Campisteguy elevó en setiembre a la Asamblea General. Allí se solicitaba la construcción de obras portuarias en Colonia y en Nueva Palmira y el establecimiento de zonas francas industriales y fabriles.
LA ZONA FRANCA
Nueva Palmira llegó a poseer dicha Zona Franca, no por idea del gobierno, sino por un grupo de palmirenses que lucharon para que ello se concretase. En una vieja crónica se recuerda lo siguiente: «Se agita el Departamento de Colonia en pro de la ubicación de sus puertos al comercio franco y Nueva Palmira se mueve también en defensa de lo que creyó le pertenecía, por su ubicación envidiable cerca del Delta paranaense y en la ‘boca’ de la salida del comercio de los países mediterráneos de América del Sur. El movimiento tuvo como iniciador al Ingeniero Mario A. Fontana y muy pronto tomó repercusión en todas las esferas locales. El agrimensor Américo L. Perea preparó una conferencia pública, la que tuvo lugar en el Cine Teatro Roma, el 7 de Octubre de 1920. Prestigiando este acto, circuló en la localidad y campaña la invitación /…/ sobre el tema de gran trascendencia nacional y local «Ubicación de Zona Franca».
Finalmente el gobierno aprobó la Ley N.º 7.593 de junio de 1923 que, además de confirmar la creación de dicho régimen económico de Zona Franca, destinó partidas específicas por parte del Ministerio de Hacienda: $1.000.000 para las obras en Colonia y $300.000 para las que se realizarán en Nueva Palmira.
Luego de definida la financiación de las obras, el representante por Colonia, Rogelio Mendiondo reclamó en octubre de 1928 porque los recursos destinados a Nueva Palmira eran “insuficientes” y “no alcanzan para complementar la gran obra emprendida”.

En diciembre de 1928 se habilitaron por ley las obras en los puertos de Nueva Palmira y Colonia, para operaciones de “exportación y removido de cereales”. Mario Fontana dio un discurso en septiembre de 1933 en donde solicitó, entre otras cosas, la ampliación del muelle del puerto de Zona Franca, a partir de la “protesta de los capitanes de a bordo” y como una obra “indispensable para la Nación”. Esta iniciativa permitiría que sea “una cabecera de atraque para vapores de servicio fluvial y de ultramar”.
El 15 de julio de 1931, por ley se desestimó otorgar la explotación de las zonas francas de Colonia y Nueva Palmira a empresas privadas y se encargó su administración a Comisiones Administradoras Locales, que estarían integradas por un delegado de la Administración Nacional del Puerto de Montevideo, un delegado de la Dirección General de Aduanas, un delegado del Consejo Departamental y un delegado del Centro de Navegación Transatlántica.
Entre los desafíos enfrentados hubo que incorporar a los demás puertos de la República a la estructura administrativa de la ANP, de acuerdo a lo dispuesto por el decreto de 25 de abril de 1933. Ese proceso se fue realizando por etapas y siguiendo la lógica de ensayo y error.
El primer puerto en ser organizado con cierto nivel de injerencia por parte de la ANP había sido el puerto y la zona franca de Colonia, de acuerdo a un decreto del 7 de octubre de 1933. A comienzos de 1934, por la Ley Nº 9.207 del 13 de enero de ese año, se dispuso que el servicio de Capatacía de Colonia también pasara a ser administrado por el Consejo Honorario de Administración del puerto y zona franca de Colonia, creados en octubre del año anterior, pasando a depender de ese modo de la ANP.
Un decreto del 7 de abril de 1934 hizo extensivo al puerto y zona franca de Nueva Palmira el mismo régimen de funcionamiento que estaba vigente para el puerto de Colonia. A partir de entonces, aunque por poco tiempo, sería administrado también por un Consejo Honorario de nueve miembros: un representante de la ANP que lo presidiría; dos miembros natos en razón del cargo que ocupaban -el receptor de Aduana y el presidente de la Comisión Auxiliar de Nueva Palmira- y seis miembros electivos designados por diversas corporaciones empresariales de la localidad: los industriales, los comerciantes, la Comisión de Fomento, el Centro Agrícola, el Centro de Navegación Transatlántica y el Centro de Cabotaje.
EL GRAN IMPULSOR
El gran impulsor y luchador para que se crearan las Zonas Francas en el departamento fue el ingeniero Mario Antonio Fontana Company. Nació en Buenos Aires en 1888, hijo del palmirense Antonio Fontana, por lo que tenía ambas ciudadanías.
Se recibió de ingeniero mecánico en Buenos Aires, y al poco tiempo se instaló en Nueva Palmira, donde fue precursor y fundador del comité Patriótico (1921), de la comisión pro Zona Franca, comisión pro hormigonado de las calles de Palmira (1929), pro destilería de alcohol (1932), pro Usina Eléctrica de Nueva Palmira, de la Junta Central pro Ferrocarril a Nueva Palmira, y otras comisiones y actividades en pos del progreso palmirense y del departamento.
A esto debemos agregar, la primera fábrica de aceite de nuestra ciudad en 1920 (antes de la Óptimo), la Sociedad Azucarera de Nueva Palmira, la dársena para yates en el arroyo Higueritas y la carretera desde Cardona hasta Nueva Palmira (hoy parte de la ruta Nacional N.º 12).
Fue diputado por Colonia desde el 15 de febrero de 1932 hasta el 31 de marzo de 1933, viendo su mandato truncado por el golpe de Estado de Gabriel Terra. Arqueólogo y paleontólogo aficionado, donó moluscos para la Sección Malacología del Museo; en ocasiones acompañó a Lucas Kraglievich en excursiones paleontológicas en los departamentos de Colonia, Soriano y Río Negro. Publicó trabajos en la revista de la Sociedad Amigos de la Arqueología.
Falleció en Montevideo, el 07 de agosto de 1981. Por resolución de la Junta Departamental de Colonia del 07.08.1992, la calle Guazú de Nueva Palmira recibió el nombre de Ing. Mario A. Fontana Company. Un justo homenaje.