
Cristales y otros ‘crecimientos’ en Piedra de los Indios
08/11/2022Al anunciarse a fines de octubre los ganadores del 9° Concurso Nacional de Crecimiento de Cristales que organiza la Facultad de Química, se supo que cuatro personas privadas de libertad (PPL) en la Unidad 14 de Piedra de los Indios -Gabriel, José, Carlos y Juan-, obtuvieron el tercer premio en la categoría 2, y que el grupo de primero se alzó con el segundo premio de la categoría 3. Y que no es el único ‘crecimiento’ en Piedra de los Indios que hay para contar.
Luis Udaquiola
Imagínese por un instante que por razones que no vienen al caso usted está preso, tiene oportunidad de cursar o de completar el liceo, y unos docentes le muestran que están preocupados con su inserción laboral a la salida: ¿existe chance mejor de prepararse para no tener que volver nunca más?
“Volví hace un rato de la cárcel”, posteó el músico Mauro Carrecelas el 4 de noviembre en facebook. “Toqué con mi guitarra y después cerró Alarido con todo su poder. ¡Gran experiencia!”, completó. En Piedra de los Indios hay 160 reclusos. Esa es la capacidad del establecimiento aunque se ha llegado a tener 200 personas recluidas. El 65% aproximadamente realiza cursos de capacitación y talleres o cursan estudios primarios o secundarios informó a El Observador la directora del Centro, Lía González a fines de julio. La mayoría tienen entre 21 y 26 años.
Los docentes a cargo de los cursos liceales son contratados por el consejo de enseñanza secundaria, y la elección de horas sucede el mismo día que para los demás liceos del departamento. El área se conoce como “Educación en Contexto de Encierro” (ECE) y abarca estudiantes de primero a sexto grado. Cuando la docente de Química, Vanessa Fenouil, eligió sus horas en 2020, lo hizo “con algunos miedos, aunque después de empezar los prejuicios se van totalmente porque es una experiencia maravillosa”. Fenouil tiene 32 años, vive en Colonia del Sacramento y trabaja como docente desde 2016.
Este 2022, en el marco del Año Internacional del Vidrio declarado por las Naciones Unidas, la Facultad de Química convocó al 9° Concurso Nacional de Crecimiento de Cristales, algo que Fenouil evaluó como un desafío para sus estudiantes y para ella misma. “El segundo semestre nos enfocamos en el Concurso y asociamos contenidos con el profesor de Física, Facundo González, y algunos con la docente de literatura, Ana Ballesteros”. Del lado de los estudiantes participaron cerca de 30.
Inaugurado en 2014, el Concurso pretende acercar a los participantes al mundo de la cristalografía a través de una actividad experimental, incentivar el interés por la ciencia y la investigación, y estimular el trabajo en equipo. La categoría 1 abarca la participación grupal de estudiantes de Primaria en el crecimiento de un ‘jardín de cristales’, y tanto la 2 como la 3 están dirigidas a estudiantes de Secundaria, pero una exige el crecimiento de un cristal único, y la otra un ‘jardín de cristales’.
En la previa, los docentes colonienses invitaron a sus pares de la Facultad de Química a visitar la cárcel. “Hicimos un lanzamiento con mucha fuerza para que se sintieran motivados: de Montevideo trajeron cristales terminados, les mostraron los procedimientos a través de diapositivas y captaron su atención”. Si bien en los programas convencionales los “cristales” aparecen “muy brevemente” en tercero, y luego en quinto, “para no perder la oportunidad adaptamos el programa de primero tomando como ‘excusa’ el estudio de la luz”.
Crecer un monocristal es un proceso que lleva varias semanas e implica un trabajo cuidadoso de manipulación en el que se utiliza sulfato de cobre (azul) o alumbre de potasio (incoloro). “La técnica parece sencilla, pero fue muy desafiante y en el trayecto ocurrieron un montón de cosas”, contó Fenouil: “los cristales se disolvían, se pegaban unos con otros, y salían forma raras, una muy curiosa que los estudiantes llamaron meteorito porque tenía varias puntas”. Otra cosa que les llamó la atención fueron los recaudos para el trabajo en laboratorio, “túnicas y anteojos de seguridad que conseguimos prestados en el laboratorio del liceo de Colonia”.
Si bien no todos los grupos ganaron, “todos los que cursaron el semestre participaron y llegaron a la meta que era presentar el cristal, lo que nos pareció un logro enorme”. El certamen de la Facultad de Química también premió trabajos presentados por estudiantes de los liceos de Carmelo y de Rosario.

“¿Cuánto sabemos sobre cómo esta situación afecta a los niños y niñas que viven en un hogar donde hay un adulto privado de libertad?”, cuestionó el rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arim, en una entrevista publicada el 3 de noviembre en el portal institucional. “Nada o muy poquito. ¿Cuánto sabemos sobre cómo se dan los procesos de reinserción en la sociedad una vez que la persona sale de una privación de libertad y vuelve o no a su entorno familiar o barrial?”
El rector evaluó que “hay un debe de la Universidad”, y se preguntó “si no podemos tener un programa central donde combinemos la vocación universitaria de enseñar en estos contextos con la capacidad de articular programas de investigación de largo plazo que aporten conocimiento y a la vez sirvan para construir políticas”. En ambos casos, “tenemos que ser capaces de construir alianzas para poder insertarnos en esas órbitas sociales. Tenemos que poder brindar información reflexiva a la comunidad, aportar conocimientos, no desde una torre de marfil sino siendo parte de la sociedad, sobre aspectos que quizás en las interacciones cotidianas político-institucionales se pueden perder”.
Según Fenouil, el desempeño de sus estudiantes cobró visibilidad “porque ganaron el concurso, pero hay un montón de gente haciendo cosas super lindas en la Unidad, muchas cosas que suceden y esto es una puerta que permite ver todas las cosas geniales que se hacen todo el tiempo”. A modo de ejemplo citó el caso de la profesora de Biología, Alejandra de Giorgi, que “invitó a apicultores de la zona para que contaran su experiencia y mostraran equipos y herramientas de trabajo, y ella misma llevó un microscopio para observar la miel y las abejas”. También invitó a una técnica del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), que llevó una colmena viva en una caja de vidrio.
Además, por iniciativa de los propios estudiantes, hay un taller de Braille al que asisten en determinados horarios para transcribir libros y artículos. Algunos de los estudiantes ganadores de Piedra de los Indios aparecieron por zoom en el programa Sobre Ciencia que conduce el periodista Gustavo Vila. La premiación será este viernes 11 en el mismo establecimiento con la presencia de familiares y del equipo organizador del Concurso. No obstante, para aprobar el curso todos los estudiantes deberán rendir un examen obligatorio que este año está programado para el 21 de noviembre.
Fenouil admira a su colega de Literatura, Ana Ballesteros, que viaja semanalmente desde Juan Lacaze. “Es una persona súper valiosa para los estudiantes y el equipo educativo. Esta modalidad de trabajo fue pensada por ella y nosotros al ver sus resultados, la fuimos tomando para nuestras asignaturas”. También agradece la difusión, “porque permite que la sociedad pueda tener otra mirada sobre las PPL. El principal problema, muchas veces es la falta de oportunidades que tienen”.
Está convencida de que su trabajo promueve un crecimiento profesional y humano, “porque los desafíos son diferentes al liceo y mucho más complejos, no por las personas sino porque hace muchos años que están desvinculados del liceo o solo fueron a la escuela, y entonces las dificultades para enfrentar las instancias de aprendizaje son grandes”. Además se trabaja en régimen de multigrado, “ya que en la misma clase tenemos estudiantes mezclados de primero a sexto, y eso también nos desafía a encontrar estrategias”. Sin embargo, “es un gusto enorme trabajar, porque se notan los procesos, cómo van creciendo, y que tu trabajo vale. Es lindo”.
Excelente trabajo. Felicitaciones a alumnos y docentes. A los primeros por optar por el conocimiento y sumarse al desafío de aprender, investigar y presentar un resultado destacadísimo nada menos que en un concurso. A los segundos por el amor y la entrega a la labor docente manifiesta en esta experiencia puntal que necesariamente implica una profesionalidad en el cada día del vuestro ser docente.
Gracias por regalarnos tan hermoso artículo, donde la esperanza se contagia en cada palabra.
Gracias por el trabajo, Vanessa. Éxitos en todo lo que viene.