
Carmelo por el escáner
10/11/2022Un lugar privilegiado de belleza y posibilidades, atrapado entre los intereses de privados que demandan servicios básicos e infraestructuras para capitalizar su inversiones y reclaman que las entidades publicas están ausentes, o peor aun, ‘aparentemente interesadas’ en trabajar para atender estas demandas.
Pedro González
A Carmelo me llevó el inconveniente que genera la ausencia de un escáner en la terminal naviera para el control de los pasajeros provenientes de Argentina, según fue informado a LVA por el director de Ordenamiento Territorial de la IC Martín Avelino.
Fui por primera vez a esta ciudad, sin tener mucha expectativa de encontrarme con alguna cosa en especial. Llegué un día de semana en el que la seguidilla de jornadas de ensueño primaveral se había retraído para dar paso a una bastante fría y ventosa mañana. Todo era nuevo para mi de una forma reconocible. El ómnibus se detuvo frente a una plaza muy parecida a la mayoría de las plazas de las ciudades del interior. Había poca gente como pasa incluso en Montevideo a esas horas, pero allí se notaba más. De inmediato sentí el hastío característico de este tipo de ciudad y sin embargo todo dio un giro, y los prejuicios pronto dieron lugar a una realidad diferente, como suele pasar.
Así que aparecieron voces queriendo decir, realidades más profundas que necesitaban ser contadas, problemáticas locales disgregadas. En este reportaje se presentan y se sueltan nuevamente para que sigan su curso.
Rosina ―Hotel Los Muelles ―
Lleva trabajando en el Hotel Los Muelles desde su apertura hace 14 años. Dijo que hace 13 la vienen peleando. De todas maneras vivió un periodo de esplendor en el que llegaban dos catamaranes de Cacciola, llenos, por día, “había cola en la puerta del hotel para hacer el check in”. Recordó que por entonces había unos 15 restaurantes en Carmelo, de los cuales actualmente quedan tres. Al igual que el propietario del hotel, manifiesta estar en el límite de su paciencia y no avizoran un futuro en lo inmediato donde esa situación se revierta. El agotamiento lo provoca la constante insistencia en recibir la atención de las autoridades municipales en relación a proyectos para impulsar el sector y ser ignorados en cada oportunidad.
Arribo de la lancha
Después de la primera noche, el desayuno y una charla en el hotel con Rosina me fui al atracadero cerca de la playa. Allí estuve recorriendo a la espera de la llegada de la lancha que tenía previsto desembarcar a las 11:30 am . Cuando la vi pasar me apresuré a llegar a la terminal. Había personas que esperaban fuera porque el ingreso lo tienen permitido solo los pasajeros en tránsito. Cuando entré vi la fila que esperaba a que les revisaran el equipaje. Eran 27 en total, entre los que había niños y personas mayores. Los funcionarios de aduana les pedían que dejaran su equipaje sobre una mesa para revisar el interior. Eran dos funcionarios que realizaban esta tarea, había otros dos de prefectura que tenían designado escoger a uno al azar y revisarlo en una oficina aparte. Un tercer control estaba en la orbita del MGAP.
[Una de las pasajeras consultadas dijo que no viaja mucho por Carmelo pero sí por otros puertos y consideraba que debía haber un escáner, porque si hubiera 50-100 personas esperando habrían pasado toda la mañana ahí].
Fui testigo del momento en que un pasajero consultaba a una funcionaria en la puerta de la terminal acerca de si había wifi y la funcionaria lo envió al centro de la ciudad, ya que la terminal no cuenta con el servicio.
Hebert Chino Marquez, edil titular de Carmelo por el período 2020-2025
Dijo que antes de la pandemia ya se había trabajado en una solución al cierre de Cacciola y que Delta está desde entonces. Él mismo fue y les planteó a los responsables de esta empresa la posibilidad de realizar la conexión. Desde el inicio y agravado luego por la pandemia,aseguró que no llegan con los números, y confió que se había planteado originalmente como una sugerencia que recibirían un subsidio hasta que fuera rentable, aun mantiene que sería necesaria esta acción.
Recordó épocas doradas en el turismo coloniense donde “no era raro tener 200 embarcaciones en la dársena de Palmira”. En los ‘60 cuando en Argentina estaba prohibido apostar, cruzaban muchos a Uruguay “todavía se apostaba con dinero”―sonrió con el recuerdo.
Ilustró que en los ‘80 se ganó la vida junto a un amigo alquilando un auto igual al que conducía Eliot Ness para sacarse fotos y dar paseos a los turistas. Hoy, dijo, “falta gestión, el turista tiene que venir a algo. Los empresarios proponen que vengan pero no pueden venir solo a su negocio, tiene que haber algo mas”. Agregó que los comercios no pueden funcionar solo con turistas y que deben saber cómo trabajar con los clientes locales.
Aludió a que en 2006 hubo planes turísticos y observó que la situación actual, es que “la actividad esta degradada, de 3000 personas conservan su trabajo solo 1800”. El movimiento turístico generado en los últimos 25 años, de Colonia Patrimonial no se ha recuperado, añadió.
Denunció que hay una puesta en escena de las autoridades “para mostrar que hay algo”. Se quieren aprovechar los 200 km de playas y ¡está bien! reconoció, pero señaló que se rompió la cadena de trabajo. Para el eslogan de Uruguay Natural, indicó, la mejor estrategia es el boca a boca, no las grandes plataformas mediáticas. Durante la pandemia dijo haber creado un proyecto que proponía la acción de gestores en plataformas digitales que consiguieran turistas y ganaran una comisión por ello . Remarcó que de haberse elaborado una estrategia para mantener la actividad durante la pandemia, como por ejemplo un “cordón sanitario”, se conservaría al menos el 15% de los puestos laborales. El sector recaudaba 1.600 millones de dólares, más las actividades secundarias y ese dinero ahora falta en el PBI, aseguró.
José Prieto ― Propietario del hotel boutique Los Muelles―
Cuando me acerqué al hotel Los Muelles para saber qué opinión tenían de los controles aduaneros y su repercusión en el turismo, me indicaron que podía hablar con el propietario por teléfono, que estaba en Buenos Aires y allí mismo conversamos.
José Prieto nació y se crió en Uruguay y reside actualmente en la capital argentina. Hace 14 años decidió poner un hotel en Carmelo, el formato 5 estrellas no le gustaba y creó el primer hotel boutique de nuestro país.
Su idea era traer europeos a conocer Uruguay, que se mezclaran con la gente local, “pero eso es imposible dice hoy”. Aseguró que no cree en el futuro del puerto de Carmelo. En primer lugar porque aun no hay dragado y segundo, afirma, ningún argentino va a ir con las picadas de motos, la música a alto volumen y sin lugares para comer “aunque no les cobres las amarras, o le dejes todo gratis, se van a Puerto Camacho o Casa Yi, que son barrios privados que tienen su puerto”, aseguró.
Denunció que al Intendente no le interesa Carmelo, solo Colonia. Ilustró narrando que hace un tiempo no había luces en la zona del puerto y después de reclamar a la IC, sin éxito, tuvieron que reponerlas ellos junto a otros privados de la zona. Al momento, agregó, les habían hurtado en tres oportunidades, “hasta con toma de rehén”. También señaló que los adoquines fueron retirados de la calle y la Intendencia nunca los volvió a colocar. En cuanto a los servicios de la terminal, recordó que Prefectura les negaba el baño a los turistas cuando aun estaba Cacciola.

Por su parte dice que incluso elaboró un proyecto ―que me mostró Rosina― en conjunto con dos arquitectos de Argentina y una de Uruguay para intervenir la zona de arribo de las lanchas, pagado de su bolsillo, y ni siquiera tuvo una devolución de las autoridades a quienes se lo presentó.
Asegura que la mayoría de los hoteles en Carmelo ha cerrado por la inoperancia de los políticos. Él mismo dijo tener proyectado un hotel cerca del casino pero que ahora “no hay inversión, que las condiciones son buenas, pero con la desorganización de los políticos no se puede hacer nada, no hay progreso”. Observó que un barco en Grecia donde estuvo recientemente cuesta 20€ haciendo el mismo tramo que desde Colonia a Buenos Aires y en Buquebús al llegar ‘turismo’ lo cobran a 300 dólares. Además dijo que en aduana hay 17 cabinas y: “te pasás 17 horas ahí, en este tiempo me voy a Miami”, ironizó. “Te sacan las ganas de todo, la pandemia no me afectó, la inacción política si”. Recordó que entre otras dificultades tuvo como vecino un prostíbulo donde se ejercía la trata de personas, “el intendente no hizo nada, y estuvimos tres años para sacarlo”.
El problema no es del lugar porque “tienen cancha de golf, dos canchas de polo, aeropuerto, atracadero de yates, tienen todas las posibilidades para ser un gran gran polo turístico y no desarrollan”. Dijo que Colonia está bien, pero que todos los departamentos de Uruguay son buenos para hacer turismo y que el campo es una posibilidad. “Hoy, en esa zona, las inversiones van para los nueve countries privados, pero el pueblo desapareció”. Cerró afirmando que quiere vender el hotel e irse de Carmelo.
Ana Laura Gianone ―Supervisora de la Unidad Puerto de Carmelo ANP
Consultada primeramente sobre el escáner, aseguro que “si está bien justificado no habría problemas en gastar los 80 mil dólares que vale, de hecho vamos a gastar tres millones de dólares en un dragado que no nos corresponde”, afirmó. Y señaló que con la cantidad de pasajeros que llegan no está justificado, por lo que ni se ha considerado.
Agregó que se prevé la instalación de servicio wifi en la terminal y que se estaban instalando equipos de aire acondicionado. Adelantó que hay otra empresa interesada en realizar la conexión Carmelo – Tigre, ademas de Delta, que actualmente brinda el servicio.
Sobre los carmelitanos explicó que Carmelo “nace desde el arroyo, de los aserraderos, el astillero, hay mucha identidad con el lugar, son muy locatarios, que se quieren quedar toda la vida ahí, que los hijos se vayan a estudiar y vuelvan”.
Enfatizó que a su llegada desde Montevideo hace aproximadamente un año, fue muy bien recibida por la comunidad, asiste a todas las reuniones a las que es invitada y que participa aunque siente “que no tiene nada que ver”. “Se va haciendo de a poco”, indicó y que la pandemia destrozó la ciudad.
Se manifestó sorprendida de que la gente se reúna tanto para debatir proyectos, pero que “todas esperan algo de lo público, menos las bodegas que se gestionan solas”, remarcó. No todo es tan malo, no están tan desarticulados como se piensa. En relación a las criticas que reciben los emprendimientos que se cierran a interactuar con otros operadores turísticos [en referencia a las bodegas y la ruta del vino] dijo que van de la mano de una actitud de atacar al que hace, y genera trabajo” Agregó: “ hace dos meses que están arreglando el hotel, es mano de obra de acá, materiales, todo, después tienen que contratar gente; o sea que la inversión es bienvenida ¿Qué importa que las bodegas diversifiquen? Mientras esa plata la estén invirtiendo acá y no la estén gastando en Europa ¡buenísimo!”
Aseguró que se quejan pero siempre hacen cosas “eso me llama la atención, siempre hay algo, publico y privado, hay pila de esas cosas que generan que la gente pueda vender”. Señaló que ella puede articular la actividad turística con la gente, “es muy fácil llegarles, porque se muestran temerosos pero se acercan igual. Incluso las bodegas, que no necesitan pero…”
“Debemos conseguir que se drague, aunque no es nuestra jurisdicción, porque sin puerto pasa solo el que puede. El dragado de profundidad es lo primero que se hace, luego está el mantenimiento”. “No se venía haciendo y no sé porqué, es siempre así, a no ser que sea una obra nueva o amplíes el puerto…” Como pasó en Montevideo con el puerto de contenedores, ilustró, a raíz de que la dinámica comercial internacional demanda infraestructura para buques porta contenedores mas grandes.
Una semana antes de mi llegada me informaron de un grupo de yates que debió ir al Puerto de Nueva Palmira porque no pudieron atracar en Carmelo por falta de dragado.
Sobre las potencialidades del puerto dijo que “enfrente hay 400 mil embarcaciones”, acá son 450 metros de muelle, y se puede tener hasta 134 amarras. “Es un número ínfimo el que tendría que cruzar para que funcione cada día, mi misión es que esté lleno en verano y al menos los fines de semana en invierno”.
Acerca de las discrepancias con el vallado colocado en el muelle dijo que como puerto comercial necesitan que Protección de Buques e Instalaciones Portuarias (PBIP) los habilite para poder recibir personas y tienen un montón de requisitos “Después hablamos del tipo de vallado, si no es estético, ahora el que tenemos es ese”, puntualizó. Agregó que los motivó a poner esas vallas la práctica de los adolescentes de tirarse desde la grúa: “ponían cuerdas y se tiraban, no podés hacer lo que querés en un puerto, no es zona habilitada ni para baño ni para pesca”.
En relación a la molestia por las motos y el ruido que ocasionan dice que se quejó en todos lados y que “lo tienen normalizado”, y ellos que trabajan con el turismo deben “velar por la tranquilidad y seguridad del turista, que va a eso”. Con las motos, ella misma no puede dormir, incluso por un tema de convivencia ciudadana debería cesar, señaló.
Del atracadero indicó que “los parrilleros se pueden usar gratuitamente, hacés un asado y está todo bien, nosotros limpiamos las parrillas, es un paseo para todos, además de ser un puerto deportivo”. Agregó que se pueden usar los baños, salvo las ducha que tenes que pagar 34 pesos de ficha, y por la noche solo tienen acceso los vehículos.