El bajón del cannabis medicinal

El bajón del cannabis medicinal

23/09/2022 23/09/2022

Hay tres leyes especificas y solo una regulada. La producción y la venta han caído significativamente. Los grandes inversores ni siquiera miran a nuestro país y las actuaciones gubernamentales son responsables.

Pedro González

El mercado del cannabis en su modalidades diversas, se proyectaba como innovador, vanguardista y competitivo a nivel internacional. El informe de Uruguay XXI del año 2020 pronosticó que el sector sería el principal rubro de agroexportación y generaría más de 5000 puestos de trabajo directo.

Marco Algorta vinculado a la producción de cannabis desde el comienzo en nuestro país, impulsor y primer presidente de la Cámara de Empresas de Cannabis Medicinal CECAM, habló con LVA sobre la situación actual del sector.

Hace dos años que la producción en hectáreas y las ventas caen en picada, aseguró. Hay ahora nuevos ‘players’ y Uruguay sigue sin permitir el registro de sus productos dentro del territorio nacional, lo que hace muy difícil su exportación, dijo. “Es un sector en expansión en el mundo, que haya retroceso aquí es gravísimo, se desaprovecha una ventaja de años” alertó.

El 80% del área sembrada de cáñamo y cannabis pertenece a pymes. Se le está sacando “la plata” a pequeños productores, enfatizó el ex presidente de la Cámara de Empresas de Cannabis Medicinal, Marco Algorta, y agregó: “nunca imaginaron que tendrían tantas barreras del MSP”.

Los productos a los que se refiere principalmente son las formulaciones magistrales [preparados medicinales específicos] y las especialidades vegetales [flores para fines medicinales], que estaban previstos en las leyes aprobadas y que aun no se regulan pasados mas de dos años.

Algorta señala que justamente estos productos son los que generan más empleo y también los que dejan más valor agregado. Las empresas que los producen, deben vender al exterior para que se registren allí “y se deja un enorme valor agregado por el camino”.

Además de los puestos de trabajo de la industria, destaca que se puede comenzar a generar software para el cannabis, fintech [automatización de procesos financieros], logística, seguros. En el mundo hay un sinfín de servicios que se están generando en torno al cannabis, remarcó.

Por otra parte señala que hay médicos que prescriben su uso y los pacientes que desean acceder a un tratamiento cannábico deben pagar un costo muy alto porque se debe importar. Si se desarrolla la industria interna el costo estaría mas adaptado a la economía local, enfatizó.

Desde diciembre de 2019 hay dos leyes promulgadas, votadas por unanimidad por ambas cámaras, que no fueron reguladas aún, señaló. La ley n º 19845 que determina “el interés público en el cannabis, ademas de la promoción de la investigación científica para explorar usos y aplicaciones”. Por otra parte la n °19847 que prevé “acciones tendientes a proteger, promover y mejorar la salud pública mediante productos de calidad controlada y accesibles, en base a cannabis o cannabinoides”

Sistemáticamente el gobierno hace anuncios en referencia a estas leyes mediante conferencias de prensa, generando una expectativa que no se concreta, indicó. Observó como dato curioso que este mes se cumplieron 1000 días de promulgadas y señaló que “este gobierno ha hecho menos que el anterior”.

Ante la propuesta de las autoridades de modificar estas leyes, aseguró que “hay un enorme trabajo que se puede hacer con ellas y no tiene sentido cambiarlas, da la sensación de que se quiere ganar tiempo”, dijo.

Otro error del gobierno es atacar el decreto de la ley madre 46/015 de 2013, que es amplia, legisla hacia adelante y con inteligencia, aseguró. Agregó que se tomó como referencia en la legislación de otros países, que aquí se hizo bandera con ella y nos posicionó a nivel internacional.

Garantías jurídicas y oportunidades

Aseguró que para el presidente defender el impulso a esta industria en este momento representa un costo político muy caro dentro de la coalición de gobierno. Señaló al MSP como principal responsable de trancar el desarrollo del cannabis medicinal y de estar tutelados por los organismos internacionales que mantienen un paradigma prohibicionista, lo que está vinculado al deseo de muchos mandos medios en el MSP y del propio ministro, de hacer carrera en estas organizaciones.

Siguiendo con lo anterior, reflexionó que durante la pandemia el MSP pasó de ser un ministerio del que nadie sabía el nombre del ministro a ser protagonista, y la relación de poderes en el gabinete cambió. El ministro Salinas participó hasta ese momento en reuniones donde se mostraba a favor del desarrollo del cannabis medicinal, y luego “no apareció mas”.

Señaló que se hace muy difícil que los inversores vean a Uruguay como un país que da garantías jurídicas. Es el caso de la empresa Khiron, una de las lideres del mercado en venta de flores para productos cannábicos. Su proyecto -en el que él participó directamente- en la ciudad de Juan Lacaze, fue abortado y el argumento de la empresa fue justamente la falta de garantías jurídicas. Ahora, señala, producen en España y venden a Inglaterra que tiene el mayor volumen de valor agregado, una oportunidad que se dejó pasar, lamentó.

Como un antecedente de esta decisión de Khiron, recordó que en julio de 2020 el gobierno sacó unos decretos emergenciales para la venta de flores durante una zafra. Por entonces se estaba preparando un pedido de Israel a la empresa Fortmer de Nueva Helvecia, por lo que las autoridades de ese país se comunicaron con el MSP para formalizar la autorización y exportar. El funcionario a cargo les manifestó que el decreto tenía fines comerciales y que no se daría autorización sanitaria para la exportación, y el negocio se cayó. Algorta, que por entonces era presidente de la CECAM fue citado y las autoridades del MSP se disculparon y le aseguraron que desplazarían al funcionario, por el ‘error’. Para su sorpresa, dijo, fue desplazado pero con un ascenso. “Frente al corporativismo del MSP es imposible cualquier desarrollo”, remarcó.

En este tiempo solo se ha podido exportar, por fuera del sistema sanitario, al mercado Suizo. Señaló que por esta razón se agotó rápidamente, ya que es un mercado pequeño y “cualquiera les pudo vender”. Al aumentar la oferta bajo el precio, concluyó.

Según el informe de Uruguay XXI han caído las ventas sobre todo las de mayor valor agregado. Algorta se mostró molesto porque el texto del informe trasmite todo lo contrario a lo que se constata al llegar a los datos, “dan un mensaje optimista y de expectativa que los datos contradicen”, aseguró.

Uno de los elementos más importantes a tener en cuenta es que el 80% del área sembrada de cáñamo y cannabis pertenece a pymes. Se le está sacando “la plata” a pequeños productores, enfatizó, y agregó: “nunca imaginaron que tendrían tantas barreras del MSP”.

En relación a la producción de conocimiento vinculada al cannabis manifestó que el Instituto Clemente Estable, el Hospital Pasteur, la Facultad de Química, hicieron algo, pero nada exportable. Sin financiamiento para la ciencia no se puede hacer nada, concluyó y destacó que hoy se exportan cerebros que vuelcan su experiencia en otros países.

Las empresas intentan mantener la imagen de Uruguay, pues hay mucha gente que vive de esto, porque sigue de moda y hay inversionistas interesados, “pero al año se dan de frente”, indicó. Los que están mirando para acá son ahora los pequeños inversores de la región.