Colonia tiene seis salas de espectáculos y una ‘dormida’

Colonia tiene seis salas de espectáculos y una ‘dormida’

19/09/2022 19/09/2022

El departamento de Colonia tiene seis salas de espectáculos con capacidad para más de 250 personas en Colonia del Sacramento, Carmelo, Rosario, Nueva Helvecia y Tarariras, y una séptima en Juan Lacaze, ‘dormida’ desde el retiro de la congregación salesiana de la ciudad en 2014. El intendente informó el 15 de setiembre que acondicionarla requiere “una cantidad de dinero muy importante” y que esa inversión no está entre sus «prioridades”.

Mathias Medero

El departamento de Colonia tiene seis centros culturales que cuentan con una capacidad de más de 250 espectadores. Cuatro de estos centros están bajo la órbita de la Intendencia de Colonia: Teatro Uamá de Carmelo, Centro Cultural Bastión del Carmen y Centro Cultural AFE en Colonia del Sacramento, y Cine Teatro Rex en Tarariras. Los otros dos son el Centro Cultural de Rosario que depende del municipio pichonero, y el Cine Helvético de Nueva Helvecia que es privado y gestionado por una comisión.

El teatro Uamá tiene capacidad para 497 espectadores pero algunos sectores requieren acondicionamiento y actualmente solo se utilizan unas 300 localidades. Por su parte el Bastión del Carmen tiene una platea baja para 245 espectadores y una alta para 60, totalizando 305. El cine Rex dispone de 322 localidades: 275 en la platea baja y 47 en la alta.

Según explicó a LVA el director de Teatros de la Intendencia de Colonia, Jorge Vasallo, el teatro Uamá y el Bastión del Carmen son administrados por la Intendencia en régimen de comodato porque pertenecen al Ministerio de Educación y Cultura, mientras que el Cine Rex es municipal, porque es propiedad de la Intendencia.

En términos de recursos humanos, el teatro Uamá cuenta con un técnico de luz y sonido, cuatro funcionarios y la empresa de limpieza. En el Bastión del Carmen hay dos técnicos, un encargado de mantenimiento, cuatro funcionarios y una empresa de limpieza. La plantilla del Cine Rex también atiende a la Casa de la Cultura: una persona encargada en cada una y dos funcionarias, estando una a cargo de la biblioteca.

Vasallo dijo que en este sector falta personal. La parte de sonido y de iluminación está tercerizada. “El rubro asignado a Cultura se reparte entre toda la actividad cultural del departamento, que es la más completa y compleja de Uruguay, porque abarca 14 localidades e incluye museos, bibliotecas, las 14 escuelas del hogar, y teatros”, recordó.

Cine Helvético

La historia de la icónica sala de Nueva Helvecia tiene dos etapas: la primera comenzó por 1915 o 1916 cuando la familia Nemer fundó el cine, y continuó hasta 1984 cuando fue cerrado por primera vez. Diez años más tarde, una institución que procuraba abrir un jardín infantil lo reabrió y lo utilizó para recaudar fondos.

Posteriormente el edificio se volvió a cerrar, estuvo prácticamente vendido en varias oportunidades, y por 1997 se formó una comisión de vecinos que logró involucrar a la población y detener el proceso de venta. “Hay una frase que todo el mundo conoce, y es que en 1998 el pueblo de Nueva Helvecia terminó comprando el Cine Helvético”, dijo a LVA, José Barrientos, vicepresidente de la Comisión.

De ahí en más, salvo períodos puntuales como la pandemia por COVID 19, la sala no ha parado de funcionar. Fue declarado monumento histórico nacional por el Ministerio de Educación y Cultura y precisamente es la sala donde se realiza gran cantidad de espectáculos culturales.

Actualmente el Cine Helvético está administrado por una comisión de nueve miembros voluntarios, que se eligen cada dos años. Si bien cuenta con socios que contribuyen con una pequeña cuota para el mantenimiento de la sala, la principal fuente de ingresos proviene de la venta de entradas y el funcionamiento de una pequeña cantina.

Barrientos afirmó que cuando el cine necesita erogaciones más importantes, por ejemplo para mejorar el equipamiento técnico, la población de Nueva Helvecia y zonas aledañas colaboran para solucionarlo.

Originalmente el Cine Helvético tenía 1024 butacas, es la sala más grande del departamento, pero actualmente tiene 930 porque hubo necesidad de aumentar el tamaño del escenario. “La infraestructura es muy grande. Requiere mucho mantenimiento y eso también es una tarea de la comisión administradora para que no se deterioren las instalaciones”, dijo Barrientos.

También reciben una pequeña contribución de la Intendencia de Colonia, y las empresas colaboran a través de acuerdos e intercambios, algunos de publicidad, para mantener en funcionamiento la sala. “No es un método muy ortodoxo, pero hasta ahora ha dado resultado”, manifestó.

Por su parte el Centro Cultural AFE, en Colonia del Sacramento, era utilizado hasta ahora como espacio alternativo para diferentes eventos sociales y culturales, incluso teatrales aunque no es propiamente una sala de teatro. Si bien cuenta con dos funcionarios municipales, su reciente nombramiento como ‘Sala Cultural Nacional’ le permitirá dotarse de más personal por parte del Ministerio de Educación y Cultura y ganar mayor relevancia en materia de espectáculos y eventos.

Centro Cultural de Rosario

La sala del Centro Cultural de Rosario tiene capacidad para 685 espectadores y es gestionada por el Municipio local. El alcalde Pablo Maciel aseguró que no hay interés en recaudar. “Es un lugar para la comunidad de Rosario, por lo tanto está a la orden de cualquier institución social, deportiva o educativa que quiera hacer alguna actividad”.

La sala también se alquila a particulares que quieran presentar espectáculos, y el dinero se remite a la Intendencia que está a cargo del mantenimiento y costea los gastos de electricidad y tarifas públicas. “La sala cuenta con seis equipos de aire acondicionado muy grandes, trabajando a full tanto en verano como en invierno”, explicó Maciel.

El Municipio aporta “los funcionarios que tienen que hacer la limpieza antes y después de cada espectáculo, y algún mantenimiento de butacas, o alguna cosa que haga falta”, agregó el alcalde rosarino.

Además de la sala de espectáculos para 700 personas, el edificio de 2.700 m2 contiene 13 salones de clases, ocho habitaciones con baño privado, amplias cocina, comedor y living, un gran patio central de juegos, y baños.

Un gigante dormido

El verano de 2014 fue el tiempo de la despedida de la congregación salesiana en Juan Lacaze. Muchas personas de la localidad se concentraron en forma espontánea en los patios de la vieja Escuela Industrial San Juan Bosco.

El ex alcalde Darío Brugman, recuerda que la autoridad principal de los salesianos en Uruguay le dijo: “todo esto queda para la ciudad, lo único que les pedimos es que siga teniendo un destino educativo-cultural”. Cuando niño, Brugman asistió a la Escuela Industrial, y de joven fue secretario del Centro Juvenil Pío XI en la época que el párroco era el sacerdote Walter Cocosa.

Tras la salida de los salesianos de Juan Lacaze, el Municipio resolvió aprovechar su oferta de la infraestructura propiciando conversaciones entre la Sociedad Civil San Francisco de Sales y el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), a través de quién era en ese momento el director general de Secretaría, Pablo Álvarez.

Si bien se alcanzó un primer borrador, el convenio no se firmó por “diferencias contractuales”. Entonces “logramos una entrevista con la ministra María Julia Muñoz, y acordamos que la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) negociara en forma directa con los salesianos”, recordó Brugman. El presidente del Codicen, Wilson Netto, y su secretario Gustavo Salaverry, presentaron un preacuerdo entre ANEP y el ecónomo de los salesianos, pero ese documento tampoco se pudo firmar.

En 2020 “vino el cambio de gobierno y las posibilidades se estancan definitivamente, ya que en el actual gobierno de Lacalle la estructura de los salesianos no fue de interés para la ANEP”, señaló Brugman. El ex alcalde dijo que el Municipio de Juan Lacaze apoyó a los salesianos en dos presentaciones ante los Fondos Concursables del MEC para la adecuación de la sala de espectáculos, pero el jurado entendió que el edificio pertenecía a privados.

Los salesianos se movieron en Europa y obtuvieron algunos recursos económicos con los cuales pudieron recuperar los techos, y refaccionar los baños a nuevo. Además, adquirieron un equipo de amplificación. Quedaron pendientes el escenario, camarines, butacas, etc.

La congregación sólo pretendían quedarse en posesión de la imprenta y que la Intendencia se hiciera cargo no solo de la sala de espectáculos sino de todo el padrón, lo que no pareció viable al intendente Carlos Moreira. Cuando este pidió licencia para postularse a la reelección y asumió Napoleón Gardiol, “hubo una reunión en Montevideo con el ecónomo de la Sociedad Civil San Francisco de Sales, Marcelo Fontana”, contó Brugman. También asistió Arturo Bentancor, el actual alcalde

Bajo el mando de Gardiol la Intendencia redactó un nuevo acuerdo con base en los anteriores, y consiguió un seguro, condición interpuesta por los salesianos para hacer uso de la infraestructura. El proyecto fue enviado a la Junta Departamental para su consideración el 30 de octubre de 2020.

La semana pasada el edil colorado Gabriel Gabbiani formuló un pedido de informes a la Intendencia. Recordó que en aquel momento la Comisión de Legislación propuso que el Departamento de Obras hiciera un relevamiento “para salvar eventuales responsabilidades”, y que “dos iniciativas aguardan la aprobación de este acuerdo: la creación de un grupo de trabajo para encarar proyectos educativos y culturales, y la recuperación de su sala de espectáculos”.

Gabbiani quiere saber cuál fue la estimación de costos y, “en atención al valor histórico, patrimonial, social y cultural del edificio mencionado se informe si es intención de la Intendencia concretar la firma del comodato de referencia”.

Presencia universitaria en Juan Lacaze

El jueves 15, durante la designación del centro cultural AFE como ‘Sala Cultural Nacional’, Moreira dijo a LVA que aquella evaluación determinó que “había que desembolsar una cantidad de dinero muy importante, y en ese momento enfriamos el tema, no está dentro de mis prioridades”, completó. Interpelado acerca de la necesidad de una sala de espectáculos para Juan Lacaze, el jefe comunal respondió que “algunas ciudades tienen su sala desde tiempos inmemoriales, y algunas las han hecho las propias comunidades, a veces colabora la Intendencia y en otras no”.

Por su parte el ministro de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira, si bien no estaba en conocimiento del tema, se mostró abierto a conversar y analizar las posibilidades con actores sociales. A partir de ese encuentro se generó un contacto con el área de Gestión Cultural del MEC, a cargo de Juan Carlos Barreto, que podría estar arribando a Juan Lacaze en los próximos días.

La importancia de la infraestructura en desuso de la orden salesiana, quedó reafirmada hace un año cuando el Municipio de Juan Lacaze resolvió por unanimidad postular la ciudad como sede del Centro Universitario de la Región Suroeste de la Universidad de la República (Udelar).

La iniciativa fue aprobada el 15 de setiembre de 2021, seis días después de que el rector Rodrigo Arim y el presidente de la Comisión Coordinadora del Interior, Rodney Colina, expusieran al intendente Carlos Moreira y a los tres diputados por el departamento, el propósito de la Udelar de “desembarcar” en el suroeste. Este centro universitario abarca los departamentos de Soriano y de Colonia.

“Somos la segunda ciudad del interior del departamento, después de Carmelo, y la única que no puede sustentar su sala, que por otra parte le haría un enorme bien al desarrollo de actividades culturales, artísticas y educativas en favor de nuestra gente”, reflexionó Darío Brugman. “Estoy convencido de que en poco tiempo estaremos festejando su recuperación: pensemos y actuemos en positivo”, alentó.