“Es una compañía muy sólida”, dijo Andrés Leal sobre Teatro de la Biblioteca Rodó

“Es una compañía muy sólida”, dijo Andrés Leal sobre Teatro de la Biblioteca Rodó

03/08/2022 03/08/2022

El Grupo de Teatro de la Biblioteca Rodó de Juan Lacaze inaugura este jueves 4 con Globo una minitemporada en Montevideo que se extiende hasta el sábado con la presentación también de Instrucciones para abrazar el aire y Pequeñas Infidelidades. Sobre la elección de Globo, el actor y director Andrés Leal dijo que “después del cierre de sus dos fábricas, Juan Lacaze necesitaba algo que ayudara a cerrar el ciclo y dejar ir; ojalá hallamos contribuido por lo menos mínimamente”.

Luis Udaquiola

La pieza Globo de Alberto Rojas Apel estaba en carpeta desde hacía tiempo. “La leímos cada uno por separado y recuerdo que a los tres nos pasó lo mismo: nos pusimos a llorar”, recordó Leal quien además de dirigirla comparte escenario con los actores Martín Cabrera y Rubén Cortizo.

“La muerte de un niño es un tema jodido de poner en un escenario y sin embargo, Rojas Apel lo hace magistralmente y con una energía que no es negativa” explicó; “independientemente de lo profundamente conmovedora que puede llegar a ser la historia, hay un puzzle que va encajando a la perfección. De hecho mi personaje dice: ‘No me fui triste, sereno, eso, sereno’. Uno se va aliviado, ligero, como un globo”.

En Globo Leal cumple las dos funciones, aunque lo primero que descubrió fue la actuación: “me parece que lo que uno atraviesa cuando está en el escenario no tiene punto de comparación, desde afuera eso no pasa. Esa sensación que tiene que ver con la energía, porque si el público es receptivo se da como un diálogo silencioso pero muy fuerte. Es de las mejores cosas que nos pueden pasar arriba de un escenario. Puede haber una propuesta de la dirección para que eso pase, pero si el actor no lo siente no pasará”.

Leal cree en el teatro “herramienta, que dice cosas y hace pensar”, porque “tiene una función que no es solamente pasar un rato un sábado por la tarde, sino que transforme, nos prepare para algo o nos ayude a liberarnos de algo, y nos parecía que después del cierre de sus dos fábricas, Juan Lacaze necesitaba algo que ayudara a cerrar el ciclo y dejar ir. Esa es, en algún punto, la función de Globo”.

La pieza se presenta este jueves 4 a las 20:30 horas en Teatro del Notariado (Guayabo 1727) con entradas a $ 450 en Redtickets.uy . Las otras presentaciones son: Instrucciones para abrazar el aire de Arístides Vargas con María Eleonora Pérez, Julio López, y dirección de este último el viernes 5 a las 20 horas, y Pequeñas Infidelidades de Mario Diament con María Rosa Madera, Martín Cabrera y dirección de Andrés Leal el sábado 6 a las 21, ambas en Arteatro (Canelones 1136). Las entradas para estas dos funciones cuestan $ 400, 2×1 $ 600 y se recomienda reservar por el teléfono: 092 202 147.

De apuntador a director

Leal nació en Juan Lacaze, tiene 36 años y hace más de 20 que integra el Grupo de Teatro de la Biblioteca Rodó (GTBR). “Recién ahora estoy empezando a tomar consciencia”. En los temas de la vocación y de “hacia dónde vamos siempre hay un culpable que en este caso fue Rubén Cortizo: tenía 14 años y él daba clases en UTU donde yo, intrépidamente, había montado una versión del cuento Los pocillos de Mario Benedetti; entonces justo surgió un taller de expresión corporal y me invitó a participar”.

Su ingreso al GTBR en 2001 coincidió con la temporada de La Esperanza S.A., “una obra de mucho peso”, y los primeros movimientos de Oscar Ceschiat que dirigía la obra para niños Qué pasó con los juglares de Omar Varela, con la supervisión general de Carlos Aguilera.

El primer día le preguntaron: “¿Vos sabés leer?”, y le pidieron que pasara letra, “una tarea muy necesaria para la que soy muy malo porque soy disléxico”. Por suerte, “pronto precisaron actores y me empezaron a probar. El primer ensayo con Aguilera me hizo mil correcciones, y entré 15 veces porque daba mal el primer paso”.

El argentino Alberto Rojas Apel recibió el Primer Premio Enrique Santos Discépolo y el Segundo Premio Nacional del Instituto Nacional del Teatro por la obra Globo flotando en el techo de un shopping (título del original).

Al mismo tiempo comenzó a viajar diariamente a Colonia del Sacramento para cursar un bachillerato con foco en temas de turismo. En 2004 concursó para trabajar en museos; ingresaron diez y él quedó aguardando un segundo llamado que se concretó en 2006. Cuando en 2011 la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación inauguró la carrera de Museología, decidió cursarla y la completó en 2015.

Su juventud y figura le permitieron acceder a muchos papeles. “Me dio para hacer escuela, aprender sobre todo con la dirección de Aguilera que fue la más permanente, aunque también estaban Ceschiat, Juan González Urtiaga, grandes maestros: era fácil aprender si uno quería. Al mismo tiempo me fui metiendo en la parte técnica que también me encanta: iluminación, vestuario, escenografía”.

Una obra que le marcó por el compromiso con el personaje, fue Paternoster de Jacobo Lagsner, que dirigió Rubén Cortizo con la dirección general de Carlos Aguilera. “Me exigió meterme en la piel de alguien que no soy, por primera vez olvidarme de todo prejuicio y disfrutar de estar haciendo eso”. Tenía 17 o 18 años y su personaje era punk, “con una sexualidad dudosa y una impronta física y estética muy fuerte, frente a mí que soy muy conservador y siempre me visto de forma de no llamar la atención”.

A su vez, “tenía que comer en escena casi un kilo de galletitas y tomarme dos litros de leche, aguantar casi un cuarto de la obra acostado, maniatado y con la cabeza colgando en una cama. Tenía un desnudo, una escena violenta, un montón de cosas complejas. Salir airoso me parece que me dio cierta solidez como actor y, aunque no lo garantiza, eso te da cierta solvencia a la hora de dirigir y pedir cosas a los actores”.

Cuando falleció Aguilera en mayo de 2009, el GTBR ensayaba el infantil Doña Disparate y Bambuco con María Eleonora Pérez, Rubén Cortizo, Leal y otros. Aquel montaje quedó inconcluso pero luego “tomamos la posta, con mucho dolor en el alma y mucho empeño, y la puesta fue un éxito”.

Más tarde, cuando la ausencia comenzó a pesar, María Eleonora “nos contactó en Italia con otro lacazino, el psicólogo, poeta y director teatral, Norberto Silva Itza, que organizó en Juan Lacaze el taller ‘Muerte y transformación’ que nos permitió elaborar de forma sana, contenida y conjunta la ausencia de Carlos y la continuidad del grupo”.

Ensayos para fin de año y 2023

Otro resultado notable del taller fue el espectáculo Mujeres al viento, basado en el libro homónimo de Silva Itza, que se estrenó simultáneamente en Juan Lacaze y en Roma. Más allá de que se trató de una creación colectiva y de que contó con la cercanía de Pérez y de Cortizo, para Leal aquella fue su ópera prima como director de escena. “Estoy muy orgulloso y guardo gratos recuerdos de todo el proceso”.

Leal está casado con María Eugenia Godoy con quien viven en Valdense desde hace cerca de seis años. En 2013, se acuerda porque fue el año que nació su hija Bianca y su esposa asistió a todos los ensayos embarazada, retomó las direcciones con Rifar el corazón de Dino Armas, protagonizada por María Eleonora Pérez, Betina Lavallol, y María Rosa Madera. “Me he sacado las ganas de hacer cosas que quería desde hace muchos años, como adaptaciones de Oscar Wilde, por ejemplo una versión de El Retrato.

“La muerte de un niño es un tema jodido de poner en un escenario y sin embargo, Rojas Apel lo hace magistralmente y con una energía que no es negativa” explicó el director de Globo, Andrés Leal.

Conciliar “las posibilidades del espacio escénico, los diferentes tipos de teatro, y las técnicas que podemos asociar en el abordaje de los textos, ha dado resultados interesantes como fue el caso de Emboscada de Carlos Manuel Varela, donde había impuesto la regla de que nadie sabía cuál era el sentir del otro. Y en escena, eso generaba justamente una sensación de búsqueda de los personajes que el público podía percibir”.

Al revés, en Casa de muñecas “trabajé una versión respetuosa del texto de Ibsen pero traída al día de hoy, modificando obviamente los hilos de la historia para que se sostengan en la actualidad: las dificultades por las que pasa Nora, la protagonista, en el Siglo XIX, son exactamente las mismas que hoy le pueden pasar a una mujer que es mal vista por abandonar su familia”.

Leal se define como “actor que hace de director”, de modo que “como personaje también aprendo mi letra y la técnica que necesito para abordarlo”. Evalúa que hay un antes y un después de la dirección de Pequeñas infidelidades, “un momento bisagra en el que arriesgué mucho, porque fueron jugadas que pueden ser bien recibidas por el público y la crítica, o detestadas. Prefiero el riesgo a quedarme en una cuestión cómoda y segura”.

Recientemente se supo que Yo en Laurencia, el texto que el autor coloniense Federico Roca escribió a pedido del GTBR, quedó seleccionado para el festival de dramaturgia nacional “NUESTRA II” que organiza el Instituto Nacional de Artes Escénicas (INAE). Se trata de “la historia de Clara, una actriz que trabaja de día como psicóloga en un juzgado donde atienden a niñas y adolescentes que han sufrido algún tipo de vulneración, abuso o violencia, y de noche ensaya con un director, Alfonso, que se entromete en su difícil tarea de interpretar a Laurencia de Fuenteovejuna de Lope de Vega”.

Leal lo llama ‘monólogo interrumpido’ porque si bien es protagonizado por María Rosa Madera, existe una figura masculina, Martín Cabrera, que “de cuando en cuando trata de meterse en la historia”. No es lo único en el horizonte.

Hay un par de proyectos para 2023. “Por un lado, nos dimos cuenta que estábamos descuidando el público infantil y estamos buscando un texto que pueda respetar todas esas cosas que queremos cuando hacemos una obra. El otro proyecto coincide con un hecho histórico que es el centenario de la muerte de José Podestá, y pretende difundir la importancia nacional y regional de su obra, sobre todo por el surgimiento de Pepino el 88 en la vecina Rosario”.

El GTBR fue creado en 1989, y más allá de la gente que va y viene, “hay un núcleo que persevera: es una compañía muy sólida”.

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