
Contralmirante Oscar Lebel homenajeado en Nueva Helvecia
24/06/2022Este lunes 27 de junio, coincidentemente con el 49° aniversario del golpe de Estado en Uruguay, una calle de Nueva Helvecia pasará a llamarse “Contralmirante Oscar Lebel”, en memoria de uno de los más notorios defensores públicos de la democracia. La iniciativa es del edil frenteamplista José Manuel Arenas, y la calle se extiende desde el portón del Hotel Nirvana hasta la entrada al Parque “El Retiro”. Será a las 11 horas. (Foto: Carlos Contrera).
El capitán Lebel tuvo una destacada trayectoria en la Armada Nacional y resistió a la dictadura instaurada el 27 de junio de 1973, día que salió uniformado al balcón de su casa en Montevideo y colocó las banderas uruguaya y artiguista junto a un cartel que decía: “Soy el Capitán Óscar Lebel. Abajo la dictadura”.
En setiembre de 2011 fue distinguido por la IM como Ciudadano Ilustre de Montevideo, a instancias de una iniciativa de la Junta Departamental.
Lebel nació en Nueva Helvecia. Realizó sus estudios secundarios y los culminó en Montevideo, en 1940, ingresando al Liceo Militar y más tarde a la Escuela Naval.
En 1946 egresó como guardiamarina, iniciando su carrera como oficial de la Armada. Hablaba cinco idiomas (español, inglés, alemán, portugués, francés) y comandó el buque petrolero “Presidente Oribe”, en 1962, destructor General Artigas (ROU 04).
Ejerció como profesor en la Escuela Naval y la Escuela de Guerra Naval. En dos períodos presidió el Club Naval (1968-1972), ubicado en Carrasco.
Tras ser echado de la Armada durante la dictadura, Lebel tuvo una destacada actividad política. Participó activamente en el Frente Amplio siguiendo las ideas de Zelmar Michelini y posteriormente en el sector de la Vertiente Artiguista.
Asimismo, se destacó como escritor publicando tres novelas sobre el mar: El viejo Günter, entre la tierra y el mar, El cocinero del rey y La muerte del lobo. También una autobiografía: Biografía de un hombre que perdió el miedo y un ensayo periodístico intitulado Ancap. Una visión geopolítica del Uruguay en el mundo del petróleo, publicado en 2003.
Baluarte clave de la construcción democrática
La semana pasada el diputado por el Frente Amplio, Nicolás Viera, se refirió a este homenaje y al aniversario del golpe de Estado durante la media hora previa. A seguir el texto de su intervención.
“El próximo 27 de junio, a la hora 11, en la ciudad de Nueva Helvecia se nominará una calle como “Contralmirante Oscar Lebel”, hijo de esa localidad y baluarte clave de la construcción democrática de nuestro país.
El Capitán Lebel tuvo una destacada trayectoria en la Armada Nacional y resistió a la dictadura desde el primer día cuando salió uniformado al balcón de su casa y colocó el Pabellón Nacional y la bandera de Artigas acompañadas de un cartel que decía: “Soy el Capitán Oscar Lebel. Abajo la dictadura”.

En junio de 2001 fue ascendido de manera retroactiva al grado de Contralmirante, en reconocimiento a su lealtad con la República.
El próximo 27 de junio se cumplen 49 años del Golpe de Estado fascista en Uruguay. El inicio de una dictadura civil y militar que duró 12 largos años.
El 27 de junio le ha permitido a la historia nacional marcar un mojón en el largo corolario de hechos que antecedieron esa fecha y otros que se dieron con posterioridad, pero que de ninguna manera pueden resumirse exclusivamente en la imagen de los golpistas ingresando al salón de los Pasos Perdidos, símbolo de nuestra libertad y de nuestra democracia.
Y esta sociedad, en la que vivimos hoy, es fruto de aquel pasado… plagado de apremios, pisando el suelo regado por la sangre de nuestros compatriotas asesinados por la represión y la tiranía…
Porque también somos hijos del Uruguay que no queremos, del que no hay que olvidar, del país que sigue pidiendo a gritos, memoria, verdad, justicia y nunca más.
Buena parte de nuestro pueblo, de alguna manera u otra, vivió en carne propia el peso del despotismo. Muchos otros padecimos sus consecuencias. Pero todos y todas profesamos, desde el plano político y cultural, el mismo convencimiento que surge de la realidad: en Uruguay el Estado secuestró, torturó y asesinó hombres, mujeres, adolescentes, niños… sin miramientos: fueran trabajadores, empresarios, profesionales, estudiantes… Eso se llama terrorismo de Estado.
Ninguna otra idea que quite ese concepto del centro puede tener cabida en el Uruguay democrático, en el Uruguay de los grandes acuerdos, en el Uruguay defensor de los Derechos Humanos.
Digo esto Sr. Presidente, porque a veces aparecen por ahí los trasnochados de siempre, los que con sus actitudes y simbolismos siguen reivindicando al ‘Escuadrón de la Muerte’, siguen llamándole ‘proceso’ a lo que fue la más cruel de las dictaduras, continúan con la teoría infundada de los dos demonios, llamando de republicanos y honestos a los verdaderos traidores de la Patria.
Y no hay posibilidad alguna de dar vuelta ninguna página porque son compromisos que traspasan generaciones y que tienen un objetivo loable: alcanzar la justicia, la paz emocional y espiritual, y cumplir a cabalidad con los compromisos internacionales sobre Derechos Humanos.
Hasta que la justicia no llegue donde tiene que llegar, hasta que no se destapen los enterramientos clandestinos y hasta que no aparezca el último de nuestros compatriotas, no habrá paz posible que se llene con bonitas consignas.
Los hombres y mujeres de nuestra tierra latinoamericana que le hicieron frente a las más diversas formas de terrorismo, al Plan Cóndor y al imperio opresor también son parte de nuestras reivindicaciones y del imperecedero grito de ‘Presente’.
El mojón del 27 de junio marca el momento donde le damos visibilidad, como sociedad, a un tiempo que ninguna uruguaya ni uruguayo quiere volver a vivir. Por eso, el hecho de que ese día en algún lugar de nuestra tierra se reúnan compatriotas a recordar lo que pasó, es la primera actitud de mirar hacia el futuro con los pies en el presente.
Allí estaremos, en Nueva Helvecia, recordando de manera simbólica pero significativa a un ciudadano: Oscar Lebel, que, como miles de orientales, levantaron su voz para reclamar Democracia.
Somos un país de paz, libre, democrático y profundamente humano. Son esas las banderas que pretendemos seguir levantando”.