
Horacio Faedo: “Mis maestros fueron los obreros de Boca del Rosario y antes los de Riachuelo”
31/05/2022Ex jugador de fútbol, ex mecánico dental, ex preso político, escultor desde 1985, Horacio Faedo se considera autodidacta y dice que aprendió a lidiar con los “fierros” junto a los picapedreros que conoció en su infancia en Riachuelo y Boca del Rosario. “Los vi fundir, trabajar en la fragua, en los grandes yunques, colocar barrenos en las canteras, palear arena para cargar las vagonetas, sudar como negros y ser brutalmente explotados”. (Publicado originalmente en abril de 2008; Faedo falleció en marzo de 2016).
Faedo tiene dos hijas -una trabajando en un hospital de la Cruz Roja en Barcelona, y otra casada con un reconocido cirujano en Montevideo-, y, aunque no lo dice, está triste por la muerte de su esposa, la maestra Sonia Fontana, en diciembre último. El 22 de mayo cumplirá 80 años.
Por Luis Udaquiola
Faedo tiene recuerdos de su infancia en Riachuelo. “No era difícil captar ese mundo de gente extraordinaria, obreros trabajando en las canteras, fungiendo la piedra o en los arenales cargando las vagonetas que luego embarcaban para Buenos Aires”. También recuerda que “los ‘negreros’ eran los Ferro: hicieron la plata explotando a los trabajadores como sucede históricamente. El trabajo de palero era realmente inhumano”.
Los Faedo llegaron de Italia a Buenos Aires en 1900. “Algunos se quedaron allá y otros vinieron a Uruguay. Mi padre fue responsable de que los Ferro tuvieran tanta plata: Era un ‘marote’ de primera categoría, autodidacta, trabajaba de día y estudiaba de noche en libros, algunos manuscritos”.
Su madre era oriunda de Martín Chico, cerca de Carmelo. “El padre de ella trabajó en la empresa que tenían los Ferro, cargando la arena en las lanchas con canastos”. De sus cinco hermanos, cuatro mujeres y un varón, sólo vive la hermana mayor con 90 y pico de años.
“Mi vida se desarrolló con los hijos de los obreros, amigos entrañables, con los que aprendí a ser un ser humano”. Cuando completó quinto año de la escuela su familia se mudó a Boca del Rosario donde los Ferro explotaban otra industria arenera. Hizo un año de liceo en Rosario y cuando se jubiló su padre se radicaron en Colonia.
“Fui a Montevideo a estudiar pero no me gustó y me dediqué a trabajar en otras cosas. Con 17 o 18 años fui obrero de Sudamtex, pero no resistí la explotación de los gringos y me fui. Trabajé ocho meses”.
Después estudió mecánica dental en Rosario, con su hermano Norberto que era dentista, pero siempre sin descuidar el fútbol, una pasión temprana.
“Jugué muchos años e inclusive integré las selecciones departamentales. En 1948 con varios compañeros de Juan Lacaze -Morenito, los hermanos Torres y el ‘Sapo’ Vidart-, Abella y Cassalino de Carmelo, el ‘Cadiya’ González. Fue la primera vez que Colonia salió campeón en un torneo del Litoral. En febrero de 1949 ganamos el campeonato del interior”.
SIEMPRE FUI REBELDE
En 1948 lo convocó Peñarol de Montevideo. “Tengo la carta. Y no fui a practicar porque sabía que me iban a convocar para la selección departamental. Después me olvidé, y un día –muchos años después, cuando ya no jugaba al fútbol-, mi esposa encontró la carta en un libro de la biblioteca”.
Descontado que vivir del fútbol no era fácil, se dedicó con entusiasmo a la mecánica dental. “En una época trabajé para todos los dentistas de Carmelo, pero también para (Ricardo) Voelker y (Juan Carlos) Morel en Juan Lacaze”.
En la primera mitad de la década de 1960 gerenció un comercio de papelería y cerámicas –también diseñaba marcos para cuadros-, “que trabajé muy bien con muy buena clientela”.
Faedo fue siempre un hombre de izquierda: “Amigo de Frugoni, Cardozo, Dubra. Cuando me fui del Partido Socialista le dije a José Pedro Cardozo que me iba por la actitud declaracionista -igual que los otros partidos de izquierda-, frente al derrocamiento de Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954”.
Estuvo relacionado con “Época” y ha sido muy amigo de Andrés Cultelli. “Un dirigente gremial y político de primera línea, muy amplio y de una honestidad a toda prueba”. Dejaron de verse antes de la cárcel y el exilio y se reencontraron recién en el año 2000.
Su comercio coloniense fue pasaje obligado de dirigentes y militantes del Congreso Obrero Textil que viajaban para realizar tareas de propaganda.
“Siempre estuve en la mira. Siempre fui rebelde. Aun desde antes de ‘Época’, cuando junto a muchos compañeros fundamos un movimiento anterior al Movimiento de Liberación Nacional (MLN)”.
Siente orgullo por las obligaciones que le encomendó el MLN. “Tuve clandestinas en Colonia, bajo mi responsabilidad, a varias personas, entre otras a Raúl Sendic. Inclusive los hijos que tuvo con Violeta Setelich nacieron clandestinamente en el hospital de Colonia”.
Fue preso en 1972 y liberado en 1981. “La cárcel es una escuela. De allí salís no sirviendo para nada, asumiendo una posición sin mayor trascendencia en tu vida, o fortalecido, y seguís peleando como muchos de nosotros que seguimos luchando aunque no existan las armas de por medio”.
FIERRO POR FIERRO
En 1985 Faedo cambió las armas por los “fierros” que utiliza en sus esculturas. Aun antes había incursionado en la orfebrería confeccionando joyas en plata y oro. Con su amigo Zina Fernández –“el mejor orfebre del Uruguay, no ha aparecido otro”-, trabajaron juntos e intercambiaron conocimientos. Reconoce que hay un parentesco entre la orfebrería y la mecánica dental: “hacía los trabajos con las mismas herramientas con que trabajaba el acrílico, el oro, y algunos tipos de acero blando en puentes, incrustaciones, etc.”
Si bien llegó a montar un local en el Mercado de los Artesanos en Montevideo, “en cierto momento me compré una soldadora eléctrica y otras herramientas y me decidí por el fierro”. En 1997 formó parte de una muestra internacional de Arte Madí en el Museo Reina Sofía de Madrid (España). En 1999 presentó la muestra «Faedo de Plano» en el Subte de Montevideo y en 2006 expuso en Punta del Este y en el Centro Cultural Borges de Buenos Aires.
“Ahora me dedico a cobrar la jubilación de preso, a seguir luchando, a no hacer concesiones, y a vivir de la venta de esculturas”, resume. Su posición radical “es necesaria para que el país pueda salir adelante: De otra manera, dentro de este tipo de democracia seguimos sujetos a los mercados capitalistas e imperialistas”.
Al final de cuentas, “después de haber luchado tanta gente, tanto pueblo que colaboró de una u otra forma, este gobierno está en condiciones de profundizar algunos aspectos para beneficiar más a los humildes, los desplazados”.
En concreto, propone dar mayor “importancia al tema de la tierra, la nacionalización de la banca y del comercio exterior, y profundizar en la educación”. Faedo tiene dudas sobre los beneficios del Plan Ceibal. “Entiendo que este tema no se resuelve comprando computadoras. No es que no esté de acuerdo, pero no es la solución. Lo tomo como una difusión de lo que producen los grandes países capitalistas que dominan la economía mundial. En cambio lo que se necesita es que los escolares y liceales vayan a conocer los tambos, la cosecha, la siembra, juntar uvas, naranjas, lo que sea, y plantar zanahorias, papas, sandía. La gente va adquiriendo otro concepto de lo que es la vida, de que no son calles, casas, bailes, televisión y fútbol”.
La cinta de Riachuelo
La “Cinta de Riachuelo” es su versión de la famosa “cinta de Moebius”, una superficie con un solo lado y un solo componente de contorno, descubierta por los matemáticos alemanes August Möbius y Johann Listing en 1858.
“En todo este tiempo muchos escultores intentaron interpretarla siguiendo las curvas, pero yo trabajé el plano recto y ángulos. Ahora la Intendencia de Montevideo está haciendo los planos para construirla con nueve metros de altura y un ancho de 1.35 metros”.
Efe de fierro y de Faedo
Por Miguel Angel Olivera (2006)
«…pocos rayos en las manos tendrán
más fuerza que muchos truenos en la boca…»
doy fe del fierro
que forja fuerzas firmes
ferramentusa filosa y filosófica
fierros de festejar batallas furibundas
que finalizan con las felonías
que ponen fin al fuero de lo impune
que frenan la fiereza de los fariseos
y fracasan la afrenta de lo infame…
el fierro del facón
el fierro de la flecha
el fierro del florete
el fierro del fusil …
esos fierros fatales
como feroces fauces afiladas
que favorecen fundan facilitan fecundan
las felices faenas
de hacer flamear la flor en el confín del fango
de hacer fluir el fósforo el fulgor y el fosfato
en la frutal función del fulminato
fundamental fermento de futuros…
doy fe del fierro
fabril y fabricante
del fierro fálico familiar de faldas
del fierro fascinante y fecular del fauno
felino fecundante y fermental de fértiles filiales…
no festejo a los fierros funestos y furrieles
fanfarrones de ferias farsantes y fanáticos
ni a los fierros falaces infieles y furtivos
los fierros fraudulentos fecales farabutes
fantasmales fetiches de feudales flexiones…
doy fe del fierro fiero fulguroso fraguado
a firmeza de pulso bien forzudo y porfiado
forcejeando la forma tan frigia y forajida
que la enfrenta de frente a la furia final
firme como un formón fabricando una fuga…
doy fe del fierro fundador
de los fierros forjantes
de los fierros fogueados
de los fierros tronantes
de los fierros filósofos de
horacio
fogonero fraterno
forjador faedo…