
Santi Wirth antes del fallo de carnaval: “Fue un año totalmente exitoso”
11/03/2022El músico Santiago Wirth tiene 26 años, nació en Colonia Valdense, y este carnaval se lució –igual que Jimena Márquez y su cuplé sobre Graciela Bianchi-, con la “canción final” de la murga Queso Magro. Si bien el fallo del jurado se conocerá recién durante la próxima madrugada, Santi ya sabe que “fue un año totalmente exitoso”.
Wirth es hijo único y sus padres y abuelos viven “en la vuelta de Valdense”. Cantante y compositor ha formado parte de diferentes agrupaciones musicales tanto en Uruguay como en Suecia.
Cuando terminó el liceo, con 18 años, se enamoró de una gurisa sueca y se fue a Suecia donde vivió casi tres años. “Una experiencia de aprender a vivir fuera de casa”, define. Durante su estancia estudió el idioma y conoció otras ciudades y países, pero la idea de volver “para hacer cosas con la música” no lo abandonaba. “Nunca había estado en Montevideo y tenía muchas ganas de vivir la música de Montevideo”.
Al regreso, en 2017 entró al Instituto de Profesores Artigas para cursar la carrera de música, y comenzó su camino como solista apostando íntegramente a sus canciones con las cuales ganó la categoría ‘canto’ de la Movida Joven de ese mismo año, y el segundo lugar en el Festival de la Voz en el Auditorio del Sodre en 2018.
En 2019 lanzó el sencillo Hermano y en 2020 editó su primer disco Mochila Llena acompañado por el videoclip de Macanudo. También en 2020 debutó en carnaval con Queso Magro, y obtuvo el 7º puesto en el concurso oficial. En 2021 no hubo carnaval por causa de la pandemia.
Wirth está afincado en Montevideo y vuelve una vez por semana a Valdense donde dirige un coro infantil y un proyecto llamado La Juguera, que reúne “gente que toca instrumentos pero que por ahí no se ha juntado con otros, y ayudamos a conformar las bandas y los ensambles”. Además, canta “por ahí”, y en la murga “que también es un trabajo: Básicamente vivo de la música”, resume.
Como docente trabajó durante un año en un colegio de Rosario y actualmente da clases en un liceo de Montevideo como parte de la práctica de la carrera.
Noches de febrero
“Acartonado” de Queso Magro es uno de los espectáculos más disfrutables de este carnaval. “A pesar de las lluvias y su correlato de suspensiones, para la murga fue un año muy bueno, porque el espectáculo gustó y la gente respondió muchísimo. Trabajamos mucho, hicimos un montón de tablados, e independientemente del resultado del concurso, fue un año totalmente exitoso”.
A diferencia de 2020 este año no viajaron a Colonia. “Mover una murga no es sencillo: somos 18 integrantes sobre el escenario, más todo el equipo de apoyo con lo cual nos vamos a más de 30 personas”.

Si bien el carnaval se disfruta sobre todo en verano, “se empieza a ensayar desde la mitad del año anterior hasta diciembre, y son dos, tres, cuatro y a veces hasta cinco presentaciones por noche: volvemos retarde, y lo importante es dormir luego lo más que se pueda para descansar la voz antes de volver a maquillarte”.
Admite que tiene una ventaja: Como sus compromisos se acompasan con el año lectivo, “todo este tiempo estuve de vacaciones y debo estar agradecido, porque es más complicado para mis compañeros que trabajan por ejemplo en una ferretería y tienen que estar en pie a las ocho de la mañana”.
El gran objetivo de este año “es terminar la carrera, incluso para ganar tranquilidad y poder generar otros proyectos”, y mantener sus actividades en Valdense, “que me insumen tiempo y vienen con fuerza”. A nivel de “mi música estoy pensando en varias cosas, pero todavía no tengo nada claro; lo que es seguro es que vamos a seguir cantando por algún lado”.
La música como abrazo
Mochila llena, su primer disco de estudio, fue realizado con el apoyo del FONAM y contiene diez canciones. Fue producido por Francisco Collette, reunió a diez artistas y contó con la participación especial de Lu Ferreira, Catherine Vergnes, Maxi Mendez, Alina Negrín y la propia Queso Magro.
Su mayor satisfacción “es que cumplió el objetivo de meter en una mochila (risas) todas las canciones que había escrito, y tenerlas a mano para sacarlas de la manga cuando se precise. Cuando digo: ‘hago esto’, que alguien tenga dónde conocerlo”.
Cuando Wirth compone canciones, estas “buscan compartir el valor que le doy a la vida, a la oportunidad de encontrarse con otras personas, y cuidar el planeta en el que vivimos”, reflexiona. Lo hace para todo público: “para mí lo importante es incluir a personas de todas las edades, pero también de todos lados”.
Una de las canciones que compuso en Suecia se llama Hermano: “Ay que lindo es el ser humano/ Ay que lindo encontrar un hermano/ Ay que lindo cuando una amiga te recibe y te dice: vení/ Ay que lindo es darte un abrazo/ Y sentir que me querés”. Esta canción “es en agradecimiento a las personas que andan en la vuelta de uno, que son de todos lados y todas las edades. Es como hacerle honor a toda esa gente”.
Y cuando compone otro, en este caso la canción final del espectáculo de este año que escribió Jimena Márquez, Wirth ‘abraza’ con su voz: “cuando me despierto cada día, y en el aire está faltando amor, me paro de repente en una esquina, y empiezo por cantar una canción (…) Subí a mi balsa noches de febrero, silencios, fuego, amores y amistad, algunos discos, libros y recuerdos, los ojos siempre brillan mirando hacia la orilla, cruzando con mi balsa el vendaval”.