
COVIMT 7 cumple 50 años. Lo que importa es lo de adentro
13/10/2020Hace 50 años en Juan Lacaze un grupo de trabajadores provenientes sobre todo de la fábrica textil, impulsó una cooperativa de viviendas por el sistema de ayuda mutua para reducir el costo de la construcción. Si bien seis años más tarde Covimt 7 se inauguró con viviendas dúplex levantadas por el Instituto Nacional de Viviendas Económicas (INVE), el concepto de “ayuda mutua” perseveró por 50 años: “Uno tiene un problema y se soluciona entre todos”, resumió la cooperativista Ana Fuentes.
Luis Udaquiola
La Cooperativa de Viviendas Matriz Textil (Covimt 7) fue fundada el 3 de diciembre de 1970 en Juan Lacaze por un grupo de empleados mayoritariamente de la fábrica Campomar y Soulas. Ese mismo año se fundó la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (FUCVAM). El proyecto inicial elaborado por el Centro Cooperativista Uruguayo incluía a 35 familias en una primera etapa y a otras 35 en una segunda.
Henry Medero, uno de los fundadores que sobrevive igual que Francisco Lagos, recuerda que la primera asamblea se desarrolló con una asistente social que viajó desde Montevideo en la sala de reuniones de la Casa del Niño. Asistieron alrededor de 70 interesados y la explicación acerca de cómo funcionaba el sistema de ayuda mutua, básicamente con mucha transpiración, ofició como un “primer cernidor” reduciendo el grupo a un tercio.
La personería jurídica se obtuvo el 31 de agosto de 1971. Buena parte de los integrantes eran parejas en procura de un techo para poder casarse, como Juan García y Graciela Nusspaumer que lo hicieron en 1972, y el propio Medero y su esposa que pudieron hacer su viaje de bodas a Montevideo porque la asistente social que atendía la cooperativa en aquel momento les prestó su apartamento.
Los cooperativistas evaluaron tres terrenos para construir –el que hoy ocupan los dos liceos y dos pertenecientes a AFE: uno a la salida de la ciudad y otro sobre la playa del Charrúa-, y por unanimidad optaron por el predio de la costa. Como la tramitación atravesó dificultades lo ocuparon, convirtiéndose en la primera cooperativa de viviendas en adoptar esta modalidad para conseguir tierras.

Allí levantaron un galpón y con el producido por la venta de los adoquines de las calles del barrio Charrúa, construyeron 5000 losetas que servirían para el encofrado del techo de las viviendas. “No recuerdo el arreglo, pero nosotros cargábamos una pala mecánica que los transportaba hasta una cantera en Minuano y los devolvía en forma de pedregullo”, recordó Juan García. “Luego lo canjeábamos por ladrillos, portland y hierro”.
También por 1971 INVE comenzó a construir en el barrio Charrúa un complejo habitacional de 392 viviendas que completó en 1974, en plena dictadura. En mayo de 1975, con esas casas prontas y sin interesados, el presidente de la DINAVI, Federico Soneira, anunció a los cooperativistas que no habría préstamos y les propuso elegir un sector del nuevo complejo para trasladarse. Ante las opciones de seguir esperando o comprar individualmente, Covimt 7 resolvió en noviembre aceptar la propuesta, pero mantenerse como cooperativa de vivienda por ayuda mutua.
MUCHAS DISCUSIONES Y ASAMBLEAS
Este proceso generó “muchas discusiones y asambleas”, recordó Roberto Díaz que ingresó en este momento recién casado con Estela Peña y ya con Alicia en brazos, su primera hija. El socio era su padre, que trabajaba en el puerto, pero inesperadamente obtuvo un crédito en el Banco Hipotecario y le cedió el lugar. Una de las exigencias de la negociación con INVE fue “contar con un salón comunal, donde históricamente nuestros niños han festejado sus cumpleaños en fiestas mensuales”, recordó. “Tenían que llevar un vasito, una gaseosa, y algo para comer. Eran las fiestas más lindas”.
Actualmente radicado en Buenos Aires con su familia, Díaz llegó a presidir la cooperativa en un momento de cambio generacional. “Los jóvenes ingresábamos con una idea más amplia: no era solo el concepto de vivienda sino el espíritu de la vida en comunidad, compartir la vida de una manera distinta”. Eso les llevó a invitar a amigos “que pensaban más o menos parecido, lo que trajo aparejada una afinidad importante”. Covimt 7 también fue “una linda manera de canalizar esperanza en medio de la dictadura”, completó.
La cooperativa fue inaugurada el 21 de noviembre de 1976, el mismo año que Juan Cabrera y Ana Fuentes se mudaron con su primer hijo. Cuando se separaron en 1981, Fuentes pasó a ser titular de la vivienda donde se terminaron de criar siete niños, “como hermanos y muy bien aceptados”, al reunirse sus tres hijos con los cuatro de su nueva pareja. “Ahora volaron, pero tengo la alegría de que hace dos años a una de mis hijas le adjudicaron una vivienda vacía”.

En un video que tres cooperativistas grabaron hace un año para la serie Memoria de Fucvam, Medero reflexionó que la no-construcción por ayuda mutua trajo aparejada “la decadencia de la cooperativa, porque faltó ese cernidor. Nosotros no las construimos: nos las dieron hechas”.
García no está de acuerdo: “Si bien no las construimos somos una cooperativa por ayuda mutua, afiliada a FUCVAM desde sus inicios. Es más: fuimos aconsejados para tomar la decisión de entrar como parte del complejo. Fuimos los primeros en hacerlo y esto benefició a INVE y al BHU, porque a partir de nuestro ingreso comenzaron a colocar las otras viviendas”. Además, “nuestros primeros hijos ahora tienen 40 años y se siguen juntando: la semilla de la unidad se sembró dentro de la cooperativa”.
Los integrantes de Covimt 7 pagaron al Banco Hipotecario durante 25 años: de mayo de 1977 a junio de 2002. En julio de 2012 firmaron la cancelación de la deuda en la Agencia Nacional de Vivienda.
“Hoy somos una cooperativa de gente grande –admite Fuentes que integra la comisión fiscal-, se necesita gente joven”. Le anima que los hijos de los cooperativistas mantengan vivos aquellos valores de 1970 y reconoce que “si volviera el tiempo atrás, volvería a entrar a Covimt 7: somos una cooperativa: Uno tiene un problema y se soluciona entre todos”.
Linda nota Luis; refleja experiencias vividas en
una larga historia de tantas familias que por alli transitamos la ilusión y realizaciòn de la vivienda propia con la experiencia cooperativista.